Expresar las emociones: la barrera invisible en el acceso a la nueva lengua

Vivimos en la era de la emocionalidad. Desde que se comenzaron a extender las teorías de la inteligencia emocional a los ámbitos de la enseñanza, la comunicación, el marketing y otras áreas profesionales, el reconocimiento de las emociones (en otros y en nosotros mismos), la gestión emocional y su expresión han cobrado el protagonismo. Una adecuada expresión de las emociones repercutirá en una mejora del bienestar de la persona, según apuntan varios estudios. No obstante, ¿se expresan igual las emociones en las distintas lenguas y culturas? ¿Somos capaces de mostrar tristeza, ira o sorpresa en una lengua extranjera? ¿Nos sentimos cómodos haciéndolo? ¿Y “auténticos”? ¿Qué vocabulario utilizamos para expresar esas emociones en lengua extranjera y qué factores psicológicos y de personalidad influyen en su expresión? ¿Aprendemos a manifestar nuestras emociones en las clases de idiomas o solo se consigue durante la convivencia con nativos? Por otro lado, desde el grupo LAELE nos preguntamos también qué consecuencias tiene en el hablante nativo el procesamiento del acento extranjero a nivel cognitivo y emocional.

Nos hemos acercado a este fenómeno en varias comunidades lingüísticas muy diferentes: la comunidad china que aprende y utiliza el español en su día a día en la Comunidad de Madrid, los descendientes de hablantes hispanohablantes emigrados hace años a Alemania, y varios grupos de aprendices de español como lengua extranjera, concretamente, arabófonos y turcohablantes. Para ello, llevamos a cabo estudios exploratorios sobre el efecto e impacto del acento extranjero en españoles. Además, analizamos la percepción y producción de las emociones y la afectividad en diferentes contextos y lenguas primeras, así como los efectos cognitivos y emocionales del acento extranjero en su percepción por nativos. Los objetivos principales que perseguimos son los siguientes:
  • Observar las posibles dificultades lingüísticas de los trabajadores sinohablantes en la Comunidad de Madrid para producir y percibir los rasgos prosódicos de la cortesía en español y, concretamente, analizar los rasgos melódicos de las peticiones percibidas como descorteses, y la influencia de la entonación en esta percepción de (des)cortesía.
  • Examinar el procesamiento del acento extranjero y su impacto cognitivo-lingüístico en los hablantes nativos. Hasta ahora, más de 200 hablantes nativos del español de España han participado en dos experimentos conductuales en colaboración con el Centro de Ciencia Cognitiva c3 de la Universidad Nebrija, cuyos datos se están analizando.
  • Analizar la expresión de la emoción (alegría y tristeza) en español en aprendices de diferentes lenguas primeras (chino, árabe, turco) y contextos de aprendizaje, mediante el análisis de narrativas orales autobiográficas en relación con diversos aspectos lingüísticos: recursos léxicos, gramaticales, expresivos, lenguaje figurado, etc.
  • Indagar la expresión de la emoción en narraciones autobiográficas en español como lengua extranjera, concretamente, el léxico y sus dimensiones (densidad, diversidad y sofisticación), el vocabulario emocional y las categorías gramaticales usadas para expresar las emociones de alegría y tristeza.
  • Investigar cómo la memoria operativa y la inteligencia emocional influyen en la recuperación y en el uso de vocabulario emocional en español como lengua extranjera o lengua de migración, así como en la sí como en la expresión.